RAÚL CONTI. OBRAS DE ITATÍ Y NUEVA YORK
El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró con la presencia del artista de 94 años, la muestra temporaria Raúl Conti. Obras de Itatí y Nueva York, que reúne en las salas del segundo piso una selección de pinturas y esculturas de dos períodos clave de su extensa producción.
“Con este conjunto de pinturas, esculturas y fotografías intervenidas, el Museo Nacional de Bellas Artes celebra la trayectoria de Raúl Conti a partir de dos momentos significativos y menos transitados de su trayectoria, que, a la vez, son complementarios de su extensa producción: las pinturas de Itatí y las de Nueva York”, expresó el director del Bellas Artes, Andrés Duprat.
Nacido en Morteros (Córdoba) en 1930, en su juventud el artista se instaló en la ciudad correntina de Itatí: “Era un lugar desconocido para mí –evocó Conti al hablar sobre sus primeras experiencias–, con los arrozales, las gavillas, con la gente cosechando con hoz: eran como cuadros de Van Gogh. Y ni hablar de las lagunas, esa agua mansa que reflejaba el río y todo el monte, los lapachos florecidos, las garzas blancas, las aves… Me enloquecía viendo todo eso”.
Emocionado, el pintor recordó también que en esa época conoció a “una muchachita de pelo negro largo y blusita blanca, que más tarde sería mi esposa”, en refencia su compañera de vida, la poetisa Edith Fariña Conti, con quien tuvo cinco hijos.
Luego de una serie de viajes por diversos países de Latinoamérica, donde estudió el arte precolombino en sus propias fuentes, a fines de la década del 70 Conti se estableció en Nueva York y residió allí durante cuatro décadas. Su experiencia en Estados Unidos es el foco del segundo núcleo de la exposición.
Una de esas piezas de esta serie es el tríptico “Spanglish” (1981), ofrecido en donación por el artista para ingresar a la colección del Bellas Artes. “Es una obra grande que refleja el barrio donde vivía en Nueva York, que hasta hace poco se llamaba Hell's Kitchen (“La cocina del infierno”). Era un lugar complicado pero jamás tuvimos un problema”, contó.
En la sala también se exhibe una serie de trabajos escultóricos de Conti, en los que prevalecen las referencias a temas e iconografías de las culturas originarias, presentes en toda la producción del artista, así como material documental sobre su vida y su obra.
Hasta el 30 de marzo. Puede visitarse, en las salas del segundo piso, de martes a viernes, de 11 a 19.30 (último ingreso), y los sábados y domingos, de 10 a 19.30, con entrada libre y gratuita.
Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473).
RECARTOGRAFIAR EL MUNDO
una exposición de obras de Fernanda Rege. Más de veinte trabajos realizados a partir de costuras de filtros de té, pigmentos, pinturas y bordado a mano alzada. Un recorrido por una producción artística que se apoya en motivos como el mapa, lo cotidiano, lo natural, lo desechable, el artificio, lo duradero, la mirada, la fragilidad, el movimiento, el horizonte. Una idea espacial del tiempo como una piel que recubre, que envejece, que recoge momentos, que acumula huellas. Que provoca mareas. De la naturaleza como un paño. Y de los colores como un reflejo y un potencial.
Las preguntas acerca del tiempo y el espacio atraviesan todas las obras que componen esta exposición. Lo temporal puede ser como un río y a la vez como una colección de fragmentos. Una piel que recubre, que envejece, que recoge momentos. Y el espacio como una evocación permanente a lo colectivo.
Un registro de la vulnerabilidad, de la finitud; pero también de la permanencia y de las mutaciones. De aquello que se esconde en su individualidad y que brilla en el conjunto.
El desplazamiento como representaciones contemporáneas de la desintegración y el re-emplazamiento como la reintegración de las culturas y las sociedades, de la formación de otros lazos, de nuevas identidades.
En esta serie de obras, Fernanda Rege se propone algo más que reformular la imagen de los territorios. Su objetivo es “re-establecer la imagen mental del mundo”, incluyendo o excluyendo elementos que permitan volver a nombrarlo. Presentar nuevos mapeos es ofrecer nuevas palabras, porque un mapa no es otra cosa más que una manifestación arbitraria de una mirada sobre un territorio.
El objetivo de esta recartografía es, entonces, aportar una nueva mirada acerca de aquellas cosas que están a la vista y se ven sin pensar, a través de la opacidad del cotidiano.
“¿Para qué sirve un mapa si no es para representar un espacio, un mundo posible al alcance? ¿Quién determina las direcciones, las distancias y las dimensiones?”, se pregunta la artista. La respuesta que se desprende de este conjunto de obras es que estas representaciones pueden ser ese espacio, ese mundo, no sólo su encarnación. Que las direcciones, distancias y dimensiones son tan subjetivas como esa mirada mental del mundo que queda plasmada en la intensidad de los colores, en el orden de los objetos, en la fragilidad de los hilos que los unen. En la historia detrás de cada material utilizado. En el tiempo y el espacio que confluyen, una y otra vez, en cada cartografía.
Del 11 de abril al 2 de junio. Puede visitarse de miércoles a domingos de 15 a 20.
Casa Nacional del Bicentenario (Riobamba 985).
REFLEJOS: CAROLA ZECH
Juan Cruz Pedroni escribe sobre esta muestra: "Las imágenes son cuerpos que se tocan. Que se afectan mutuamente al rozarse, que se transforman en el juego recíproco de su proximidad, es una evidencia de los sentidos. Las imágenes no permanecen iguales y la razón de esa inestabilidad está en el hecho de que existen en relación con otras. Son cuerpos relacionales.

"Estas afirmaciones están en la base de los sistemas que produce Carola Zech desde hace años. Su obra parece decir que en el dominio de lo sensible todo es provisorio, todo está sujeto a los efectos de atracción y rechazo que produce la contigüidad de las cosas. Desde esta perspectiva, inventar es producir zonas de contacto y esta concepción de la tarea creativa da lugar a su propia galería de figuras poéticas: la inminencia del desplazamiento, el equilibrio precario, la potencia de movimiento que habita en los intervalos.
Entre todas esas percepciones, tal vez la más pregnante en la obra de Zech sea la siguiente: la clausura de unos límites nítidos que no deja de ser negada, desmentida, por la potencia afectiva de los colores. Lo que parece completo y dado de una vez y para siempre es también el resultado contingente de un encuentro. El color es un proceso.
"En el ámbito de estas preocupaciones estéticas se ubican las obras que vemos. Hay láminas que se interponen a otras, dejando ver porciones variables de las figuras y produciendo nuevos espacios de color. Hay zonas de interacción entre formas que parecen desancladas, liberadas a un juego de contacto al que rige un arcano principio magnético. Hay formas cortadas, interrumpidas en el encuadre, mientras parecen escapar de su campo vital. Hay formas que titilan con otras con el brillo fugaz de lo irrepetible.
En otros trabajos de fecha reciente la obra de Zech parece gobernada por la intención de mostrar un segundo principio, compatible y complementario con su elogio de la inestabilidad. Es la amplia gestualidad del catálogo: un repertorio ordenado de los materiales con los que trabaja, exposición sistemática de materialidades dotadas de propiedades singulares en cada caso. Cualidades reflectivas, iridiscentes, traslúcidas, metalizadas. Lo que rige este nuevo ademán no es la voluntad de controlar un territorio. Es, simplemente, la antesala de nuevas combinaciones: la preparación de un teatro nuevo, para que nuevos encuentros hallen su lugar".
Del 27 de septiembre al 20 de noviembre. Puede visitarse de lunes a viernes de 15 a 19.
Jorge Mara / La Ruche (Paraná 1133).
RELICARIO
Relicario, primera exposición individual de Ulises Mazzucca, proponiendo ver lo que puede contener el reverso del papel, el atrás y el adelante de los cuerpos sufrientes y ascendidos. Con curaduría de Nahuel Risso.
Un recorrido posible para ejecutar este trabajo espiritual es la peregrinación a los sitios sagrados. Los fieles son convocados por las reliquias y perciben esa emanación de lo que supo ser un pedazo de carne viva y ahora es adorado como resto mortal. No confundir relicario con reliquia, es la diferencia entre continente y contenido: el relicario puede ser una caja, un edificio o toda una ciudad. Si un Cristo despojado exuda la sangre de un martirio invisible, para que ésta no se pierda, será resguardada en un relicario.
Desde el 9 de marzo. Puede visitarse de martes a sábados de 14 a 19.
Ruth Benzacar (Juan Ramírez de Velasco1287).
REPRESENTAR EL SILENCIO
El proyecto expositivo reúne una serie fotográfica del artista español Nicolás Combarro con el propósito de reflexionar -desde la arquitectura y la memoria-, a cerca de las arquitecturas de represión en España y Francia, en el contexto europeo de los totalitarismos y fascismos, durante los años 30 y 40.
Representar el silencio despliega una selección de fotografías del artista a partir de un arco histórico que comienza con la sublevación militar en julio de 1936 y la Guerra Civil, extendiéndose hasta el final de los años 40 con los campos de concentración en los que se encarcelaron a más de setecientas mil personas, sumado al sistema de colonias penitenciarias y cárceles para prisioneros políticos vigente hasta la muerte del dictador y la ley de amnistía de 1977.
La investigación también aborda el sistema de campos de internamiento de Francia que comienza con la ley de extranjeros “indeseables” de 1938, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945. Españoles republicanos exiliados de la Guerra Civil española fueron concentrados en estos campos, primero en el sur de Francia y luego repartidos por más de las doscientas estructuras represivas que existieron en ese país, para acabar, muchos de ellos, deportados a campos de concentración alemanes.
La exposición se divide en dos partes. En su sección de nueva creación, el acercamiento fotográfico emplea la luz proyectada para desvelar algunos de los restos de estas construcciones, hoy convertidas en estructuras de memoria. La metodología artística dialoga con trabajos arqueológicos recientes, estableciendo un puente simbólico y material para contrarrestar la amnesia y el silencio.
La exhibición también incorpora collages y una pieza de animación 3D realizada a partir de planos originales de campos de concentración, similares a los construidos en distintos países bajo regímenes totalitarios. Documentos históricos y fotografías de época completan el recorrido, acercando al público a una etapa oscura de la historia reciente marcada por la represión política en Europa.
Del 10 de mayo hasta el 8 de junio. Puede visitarse de miércoles a domingos de 11 a 18 con entrada libre y gratuita.
Muntref Centro de Arte Contemporáneo (Av. Antártida Argentina s/n, entre Dirección Nacional de Migraciones y Buquebus, Puerto Madero).
RETRATO DE UN INSTANTE
Una muestra del artista Víctor Moser. Presenta una serie que quiebra las líneas. Retratos formulados desde el inconsciente que adquieren movimiento y recuperan su esencia primigenia.

Como una marca inmanente de lo que ocurre incluso en todas las dimensiones que no incorporan la imagen, cada obra reverbera un diálogo interno que invoca al instinto, pero se pone en manos del óleo, el lienzo, las luces y los colores para delegar lo inabarcable del ronroneo interno a la capacidad testimonial de la técnica artística. Moser nació en 1983 en la Ciudad de Buenos Aires, y cursó la carrera de Bellas Artes en el instituto Santa Ana, donde exploró diversas disciplinas artísticas para luego estudiar pintura en el Museo Nacional de Arte Decorativo, con el maestro Carlos Cañás. Realizó muestras individuales y publicó
Cuando descargué mi filo, editado por Margarita Ediciones, donde se exhiben obras de las series
De Amantes y Fantástica.
Del 1° al 29 de septiembre. Se puede visitar de lunes a viernes de 10 a 15.
Alejandro Bustillo - Hall principal de la sucursal Plaza de Mayo del Banco Nación (Avda. Rivadavia 325).
RETRATOS DE TRES COMUNIDADES ARGENTINAS
El fotógrafo Diego Chiari da a conocer en esta muestra, y a través de sus retratos, a las artesanas de las comunidades originarias pilagá en Formosa, moqoit en Chaco y selk’nam en Tierra del Fuego, junto a su gente, los entornos, las realidades y los paisajes naturales.
La exhibición está acompañada por piezas de la colección del Museo José Hernández y podcast documentales acerca de estos pueblos originarios. Las piezas sonoras se realizaron en 2023 como parte de un proyecto institucional de dicho espacio, puerta abierta a las artesanías y artesanos del país.
Chiari ha recorrido Argentina desde la Patagonia hasta la puna, desde los Andes hasta el litoral. En la actualidad lleva adelante el Proyecto Colores Originarios junto a la artista plástica Carolina Ortiz Maldonado, brindando talleres de arte para niños de comunidades autóctonas, y el colectivo de fotógrafos Diez en Foco.
“Entre palabras y artesanías, en las voces de las comunidades indígenas” es un ciclo de podcast documentales, disponible gratis en Spotify, en el que los propios integrantes de las comunidades indígenas narran sus historias. Los podcast se elaboraron durante 2023 a partir de viajes que realizó el Museo de Arte Popular a tres comunidades ligadas a la artesanía: pilagá (Formosa), que trabajan en fibra de carandillo, mocoví (Chaco), que se dedican a la alfarería, y selk’nam (Tierra del Fuego), idóneos en cestería de juncos.
La exposición está acompañada por una programación de actividades públicas y gratuitas especiales. Hay visitas guiadas todos los miércoles a las 12,30 , mientras que el 19 de abril se realizarán actividades en conmemoración del Día del Aborigen Americano, con un recorrido especial a cargo del fotógrafo Diego Chiari.
Del 27 de marzo al 13 de mayo. Puede visitarse de miércoles a viernes de 11 a 19; sábados y domingos de 11 a 20 y lunes de 11 a 19.
Museo José Hernández (Av. del Libertador 2373).
RIESEN (GIGANTES)
Es la primera exposición individual de Juan Pablo Cambariere en Galería Mar Dulce. Presenta una obra cinética en la ventana de la galería y una instalación de 150+ mini esculturas de madera en la pared principal.
Riesen (Gigantes) se construye a partir de tensiones: entre lo concreto y lo abstracto, entre línea y plano, entre idea y objeto, entre objeto y espectador. No busca cerrar sentidos, sino abrir espacios. La propuesta no está́ en la pieza en sí, sino en lo que ocurre entre esa pieza y quien la observa.
El hacer, con su carga inevitable de error e imperfección, es parte central del proceso. Las figuras de Juan Pablo Cambariere, hechas con formas geométricas simples —círculos, rectas, cuadrados—, podrían parecer frías o distantes. Sin embargo, es justamente esa imperfección la que genera algo expresivo y cálido.
Lo emocional aparece donde menos se espera. Siempre deja lugar para que el otro complete. Como un buen entrevistador que guarda silencio unos segundos más, o como un psicoanalista que no interrumpe, crea un espacio para que el espectador proyecte, sienta, y se encuentre con algo propio. La obra es eso que sucede en ese punto de contacto. Juan Pablo Cambariere es artista plástico y diseñador gráfico. Trabajó como ayudante del escultor Enio Iommi durante 7 años.
Desde 1997 viene trabajando en "Ud está aquí", su proyecto escultórico. Una familia, un sistema de muñecos/marionetas de madera de diferentes formatos mediante los cuales intenta retratar y reflexionar sobre la sociedad actual. Una serie siempre creciente de criaturas tan hermosas y fascinantes como incompletas. Criaturas siempre imperfectas, fallidas, que funcionan individualmente, pero solo cobran verdadero sentido en el conjunto, en lo colectivo. En este sistema el todo siempre es mucho más que la sumatoria de las partes.
Del 5 de julio al 23 de agosto. Puede visitarse de martes a sábados de 16 a 19.
Mar Dulce (Uriarte 1490).