44 AÑOS AL SERVICIO DE LA CULTURA

Artes Plásticas | Exposiciones

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TRAMA EN AMÉRICA
Una exhibición que integra obras de arte contemporáneo latinoamericano de los reconocidos artistas como Marcela Astorga, Andrés Bedoya, Carla Beretta, Gerardo Goldwasser, Juan José Olavarría, Teresa Pereda y Candelaria Traverso, con piezas textiles de la ex colección García Uriburu realizadas por artistas tejedoras anónimas de mediados del siglo XX en la región centro-norte de Argentina. En el texto introductorio del catálogo Guardianes del paraíso. Arte textil de los Pueblos del Norte (2012) de la Fundación Nicolás García Uriburu, se consigna que la colección recupera en sus motivos esta tradición americana, así como también una influencia europea que postuló al nuevo mundo como un paraíso terrenal. Las lanas bordadas contienen representaciones de elementos naturales como flores y plantas, composiciones geométricas, figuras ornamentales y elementos del repertorio originario americano como chakanas o cruces andinas. Se trata de textiles que no se encuentran tensados sobre soportes rígidos, recordando su uso funcional original. Escribe Sofía Jones en el texto de sala: “Existe una relación etimológica y conceptual entre un textil y un texto, pero también una relación histórica. En la cultura indígena americana, y especialmente en la región andina, las piezas de alfarería y los textiles fueron objetos comunicativos por excelencia, existiendo allí una unidad indivisible entre lo estético y lo funcional. El textil fue el medio primario para la manifestación de ideas, dada la utilidad de los productos y el potencial expresivo de este medio. El color, la forma del hilado de las fibras y el modo en que la trama se relaciona con la urdimbre en el tejido, componen en este contexto cultural signos no alfabéticos fundamentales en los procesos de preservación y transmisión de información. Estos elementos permiten pensar en una semántica visual que, como una secuencia coherente de palabras, expresa creencias y conceptos”.   Del 25 de octubre al 29 de diciembre.  Puede visitarse de lunes a viernes de 11.30 a 19. Herlitzka & Co. (Libertad 1630)
TRANSMUTACIÓN, UNA MUESTRA DE LILIANA TROTTA
Escribe Soledad Obeid, curadora de la muestra: "Dice la leyenda que el yaguareté es el guardián de la profecía y el que facilita la unión entre los pueblos americanos, es el cordón umbilical de América y que solo unos pocos, son conscientes de las instrucciones del camino a seguir para proteger a todos los pueblos. Quienes lo pueden escuchar son guías del espíritu y la sabiduría, los custodios de la vida. La obra de Liliana Trotta tiene este propósito, a través de sus imágenes, las variadas técnicas que utiliza y compromiso social de su hacer, son como expresa su singular poética. Ésta muestra comprende una selección de 50 obras que recorre parte de su producción artística. Las Espaldas, obras que desarrolla en los años noventa, describen una situación dolorosa de su vida, siendo los autorretratos, que solo nos muestra su reflejo a través de un espejo, ocultándonos su rostro. Lo oculto y lo que nos muestra se presenta como una incógnita, pero qué es lo encubierto y qué es lo que se señala. La presencia del felino es el guiño de la transmutación y la pérdida. En la Serie de los novios, parejas histórica, unidas por el amor y la locura, marcan su período de la gran pintura, donde el pasado se hace presente. La iconografía utilizada cercana al realismo mágico, recrea parejas en mesas con sus tradicionales fondos magentas y elementos significativos que acompañan las historias de los representados: Frida y Diego, El árbol de la vida, Mariquita Sánchez de Thomson. La selección de litografía, técnica en la que Liliana Trotta se ha destacado, obteniendo el 3er premio de Grabado del Salón Municipal Manuel Belgrano en 2011, dan cuenta del mundo de su infancia, donde Margarita, personaje recurrente de su imaginario, se reúne con Tito, en el juego y la niñez. Dentro de los objetos elegidos dentro de su vasta producción: El Carrito, Evita en el escritorio, Evita a Caballo, y La Cama, muestran la gran laboriosidad y el detalle que hay en su trabajo artesanal en la tridimensión. Los objetos enmarcados, tanto los de "lentejuelas" como "los blanditos" se sitúan en el período con elementos del bricolaje en los que desarrolla una gran cantidad de obras, volviendo a la poética de Margarita y todos los personajes vinculados a ella. El pequeño formado nos da intimidad y permite detenernos en la particularidad de su trabajo. Las Evitas, otra de las grandes series de objetos, en las que las Muñecas-Evitas, lucen los vestido emblemáticos utilizados por Eva Perón. Las telas, los accesorios, sobreros y carteras están recreados con esmero, mostrando la admiración a la persona y el mito. El Gato con cascabel, un dibujo en grandes dimensiones, resume el hilo conductor de la muestra. En él, la representación del felino en una obra temprana de Trotta, dibujado en sanguínea y carbonilla, símbolo de protección y fuerza, marca el camino de la transmutación, como si fuera su alter ego. El mito y el pasado conviven en un mundo imaginario. En esta muestra podemos ver el despliegue de innumerables recursos dentro de la plástica de una artista que trata temas como el amor en sus facetas romántica, espiritual, social; la pérdida; la infancia y el retorno al pasado; entrelazados con la vida, siendo el felino, cual animal totémico, el que recorre la obra de Liliana Trotta en un sendero de vida, pasión y amor.   Del 21 de septiembre a domingo 3 de noviembre. Puede visitarse de martes a domingos de 11.15 a 18. Museo Benito Quinquela Martín (Pedro de Mendoza 1835).
TRANSMUTACIONES I Y II
Es la nueva exposición que la artista Paula Noé-Murphy realiza en Buenos Aires. La muestra se divide en dos partes que, aunque diferentes, funcionan de manera similar porque en el fondo surgen de la potencia creativa de la artista. “Como ser humana y artista me vivo como un ente biológico en el que las categorías se imbrican, se mezclan y se reflejan en mi arte. Percibo lo subjetivo que nos atraviesa de forma similar: por estratos que sesuperponen, algunos se van corriendo y dejan que otros suban a la superficie. Por eso, trabajo utilizando capas sucesivas, dibujo sobre dibujo, proyectando sobre fotografías, dando vuelta las imágenes y las transparencias para que formen otra cosa. Las sensaciones que dejan los recuerdos de la infancia también actúan de esta manera”, expresa Paula Noé-Murphy. Transmutaciones I exhibe una serie de obras sobre la naturaleza basadas en una técnica propia que Noé-Murphy denomina “exchanging natures”. En palabras de Eduardo Stupía: “Paula percibe el mundo físico, los fenómenos de la naturaleza, las condiciones materiales de su propio cuerpo y las relaciones entre lo tangible y lo imaginario como el febril contrapunto de las partes en un todo heterogéneo, ecléctico y transitivo, y elabora el concierto visible de sus piezas poniendo en escena justamente esa persistente movilidad, en una suerte de incesante juego de espejos prismático, donde se diluyen todos los límites y se interroga toda certeza. De allí que, en sintonía con el espíritu de esta poética, Paula Noé Murphy es perfectamente capaz tanto de elaborar arquitecturas objetuales efímeras como de compartir autoría programática con colegas fotógrafos, en búsqueda de nuevos planos de significación, así como de ensayar una extensión todavía más experimental de su barroco panteísmo en sus más recientes instalaciones” (Enero 2021). Transmutaciones II, o también llamada Niña Bonita, la segunda parte de la muestra, presenta un proyecto inédito de dibujos, pinturas y fotomontajes sobre la experiencia de la infancia. En base a un retrato que el dibujante y pintor Manuel Kantor le realizó cuando Paula tenía siete años, la artista explora las posibilidades de reconectarse con la subjetividad de ese momento de su vida y las variaciones sensitivas y emotivas que fueron tomando ciertos recuerdos hasta llegar a la actualidad. En esta oportunidad, su técnica artística le permite establecer un vínculo con la imagen-retrato de esa niña que, como una nave temporal, conecta sus diferentes tipos de subjetividades, pasadas y actuales. Además, Niña Bonita es un proyecto participativo que, mediante actividades de reflexión lúdica (no terapéuticas), invita al público a evocar sus propias experiencias durante su niñez. Es una actividad de escucha que convoca, a través de la palabra, a compartir cómo vivimos y reelaboramos nuestras vivencias infantiles, cómo esas sensaciones que no son ni siquiera recuerdos nos habitan y cómo nos vamos transformando al recrearlas.   Del 1° al 30 de noviembre. Rubbers Internacional (Av. Alvear 1640 PB).
TRATADOS DE FRICCIONES Y DIBUJOS
Invitado por Marina De Caro, artista de la galería, Gustavo Marrone inaugura su muestra Tratado de fricciones y dibujos, un racconto de dibujos de los últimos 30 años. Estos trabajos rescatan herramientas como el humor, el desconcierto, la vaguedad, la pregunta, lo no dicho, lo contradictorio y la inteligencia del sentido común, armando un lenguaje artístico que nos provoca desde ese borde de la mirada crítica, donde sucede lo inédito y donde no hay lugar para instalar verdades. Dice Marina De Caro: "Su humor sobrevuela al pensamiento crítico, ese borde donde sucede lo inédito y donde no hay lugar para instalar verdades; borde borroso, de línea peluda o punteada que permite salir y entrar de lo que quiere instalarse como sistema de prestigiosos aciertos. Perspectivas críticas que desde adentro, desde la intimidad o desde la cima de una montaña nos ayudan a pensar en el arte, desde el arte, con el arte para el arte".   Del 4 al 30 de mayo. Puede visitarse de martes a sábados de 14 a 19. Ruth Benzacar (Juan Ramírez de Velasco 1287).
TRES ESCULTORAS ARTÍFICES DEL METAL
El Museo Nacional de Bellas Artes presenta a partir del 19 de marzo la exposición temporaria “Gerstein. Heras Velasco. Simon. Artífices del metal”, que reúne en la sala 33 del primer piso tres esculturas de grandes dimensiones, pertenecientes a la colección institucional, creadas por estas reconocidas artistas argentinas. En la sala podrán verse las esculturas “Marejada” (1970), de Noemí Gerstein, adquirida recientemente por Amigos del Bellas Artes para integrar la colección del Museo; “Transposeña” (1971), de Juana Heras Velasco; y “Caja” (ca. 1967), de María Simon, ambas obras donadas por las propias artistas al acervo del Bellas Artes. "Las piezas que integran esta muestra fueron realizadas por tres escultoras argentinas tan virtuosas como vanguardistas. Sus obras aúnan la inventiva de la abstracción formal con el trabajo físico necesario para vencer la resistencia de materiales como el acero inoxidable y el aluminio”, explica el director del Bellas Artes, Andrés Duprat. “Esta exposición reconoce la influencia de Gerstein, Heras Velasco y Simon en la renovación del lenguaje escultórico. Pero, sobre todo, es un homenaje a sus decisiones, que lograron eludir los preceptos que, a lo largo de la historia, han condicionado la actuación de las mujeres artistas”, agrega Duprat. “La trayectoria de estas escultoras –afirma, por su parte, la directora artística del Museo, Mariana Marchesi– está atravesada por la experimentación con los materiales y las formas, así como por técnicas de trabajo que suponen un constante desafío a los límites del propio cuerpo. Realizadas entre fines de los años 60 y principios de los años 70, las piezas exhibidas plantean cuestiones como el vínculo con el entorno –natural o urbano– y la capacidad de interpelar o de interactuar con el público. Puestas en diálogo, adquieren nuevas potencialidades e invitan a reflexionar sobre el rol innovador de las mujeres artistas en la historia”. Gerstein realizó “Marejada” a mediados de los años 60. Una década después, la llevó a mayor escala para que se camuflara con el entorno natural. En esta pieza, compuesta por tubos cilíndricos de acero inoxidable, los juegos de cóncavos y convexos permiten el movimiento por la acción del viento, reflejar el cielo o, incluso, producir sonidos. En esa misma época, Heras Velasco concibió “Transposeña”, el primer ejemplar de una serie basada en las señales de tránsito. Flechas, círculos y barreras se apropian del lenguaje visual que ordena la vía pública y regula la vida en sociedad. Sacados de contexto y reformulados como esculturas, estos íconos generan indicaciones ambiguas, que simbolizan el caos de las grandes ciudades en el siglo XX. La obra de Simon exhibida en sala integra un grupo de piezas que creó con cajas de cartón recolectadas en la vía pública. Con estos objetos encontrados, la artista establece una franca reflexión sobre los hábitos de consumo y desecho de la sociedad contemporánea. “La abstracción que Gerstein, Heras Velasco y Simon habían abrazado ya avanzadas sus trayectorias se despliega a través de definidas poéticas personales. Al mismo tiempo, este gesto las ubica en un lugar disruptivo dentro del campo artístico: al optar por la gran escala y el uso de materiales industriales, como el hierro y el aluminio, desafiaron los patrones asociados a la femineidad y los imaginarios de delicadeza y fragilidad que las obras realizadas por mujeres debían inspirar”, analiza Marchesi.   Del 19 de marzo al 23 de junio.  Puede visitarse de martes a viernes, de 11 a 20, y los sábados y domingos, de 10 a 20, con entrada libre y gratuita. Sala 33 del primer piso del Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473).
TRES MUESTRAS EN FUNDACIÓN ANDREANI
Se trata de tres exposiciones individuales que abren la programación anual de Fundación Andreani: Nadie Canta, de Indira Montoya; Temporal, de Augusto Zanela y Huancas, de Rodrigo Alcón Quintanilha. Nadie Canta es una instalación de la artista cordobesa Indira Montoya (foto) creada a partir de entornos virtuales, escultura 3D y performance. Temporal de Augusto Zanela constituye una instalación lumínica que, como un reloj calendario, propone al público pensar su relación con -y en- el tiempo. Huancas, de Rodrigo Alcón Quintanilha, parte del enigma de los menhires de Tafí del Valle, para realizar una restitución virtual de estas piedras monolíticas a su hipotético lugar de emplazamiento.   Del 16 de marzo al 30 de junio. Puede visitarse de miércoles a domingos de 12 a 19, con entrada libre y gratuita. Fundación Andreani (Av. Pedro de Mendoza 1987).
TRES MUESTRAS TEMPORARIAS LLEGAN AL MALBA
En el último trimestre del año, Malba presenta un programa diverso compuesto por tres exposiciones temporarias. Organizadas en colaboración con distintas instituciones internacionales, las muestras dialogan con problemáticas del presente sin desligarse de la dimensión histórica del arte latinoamericano. Asimismo, continúa la exposición Tercer ojo. Colección Costantini en Malba, diálogo del acervo del museo con la colección de su fundador, Eduardo F. Costantini, recientemente renovada con nuevas piezas en préstamo. Cao Fei. El futuro no es un sueño Curadora: Pollyana Quintella. Con una trayectoria que abarca más de veinte años de producción, Cao Fei (Guangzhou, China, 1978) hoy es considerada como una de las artistas más importantes de su país natal y del circuito internacional contemporáneo. A partir de una variada investigación que experimenta con diferentes medios y soportes, la artista se interesa por cómo los rápidos cambios sociales del siglo XXI se reflejan en nuestras subjetividades, atravesadas sobre todo por el uso intensivo de la tecnología. Su punto de partida son las grandes transformaciones urbanas que China viene experimentando en las últimas décadas y la revolución tecnológica que atraviesa el país.

 

Esta exposición –producida por la Pinacoteca de São Paulo– presenta las investigaciones de Cao Fei en una generosa selección que abarca desde sus primeros trabajos hasta los más recientes, todos ellos organizados en torno a cuatro núcleos: “Fabricación y globalización”, “Pasado y presente del mundo virtual”, “Memorias del socialismo y ciencia ficción” y “Urbanización y distopía”. Esta amplitud permitirá al público observar su uso crítico de diferentes plataformas y tecnologías: desde Second Life, un entorno virtual tridimensional e interactivo que tuvo mucho éxito en la década de 2000, hasta el metaverso. Si bien el video es el medio de mayor expresión de la artista, el espacio expositivo se ha organizado en experiencias teatrales de instalación, con la presencia de objetos que entrelazan nuestras imaginaciones de pasado y futuro. Los elementos utilizados en sus películas aparecen en la exposición como si se hubieran desbordado de la pantalla, invitándonos a jugar con las fronteras entre realidad y ficción. A medida que recorremos la galería de la exposición, nos adentramos en las preguntas fundamentales que conforman la investigación de la artista: ¿Cómo se ha transformado la experiencia humana con el desarrollo de la inteligencia artificial? ¿Qué ha cambiado en la construcción de nuestra identidad en medio de tantas posibilidades virtuales? ¿Soñamos digitalmente? En esta exposición no encontramos respuestas cristalinas, sino elaboraciones sofisticadas que revelan lo ambiguas que son las relaciones actuales entre lo vivo, lo no vivo, lo posthumano, lo ciborg y otros géneros, trascendiendo categorías y fronteras binarias. Exposición organizada por la Pinacoteca de São Paulo. Del 22 de noviembre de 2024 al 24 de febrero de 2025. Sala 5. Nivel 2
Tunga. Yo, vos y la luna Colección Sarina Tang. Protagonista fundamental de la escena artística brasileña de fines del siglo XX, Tunga (Palmares, 1952 – Río de Janeiro, 2016) formó parte de una generación de creadores prolíficos que siguió las huellas de Lygia Clark y Hélio Oiticica. Su trayectoria abarcó una variedad de técnicas y procedimientos con los que desarrolló esculturas, instalaciones, videos, performances y dibujos. Atravesada por referencias literarias, filosóficas y científicas (matemáticas, entomología y medicina, entre otras), la obra de Tunga incorpora la mitología, la ficción y los procesos alquímicos como elementos centrales de su poética. La instalación Yo, vos y la luna es una de las últimas obras que Tunga realizó. Reúne elementos recurrentes en su obra, como piedras, espejos, botellas de cristal, yeso, resina y placas suspendidas en arcos y varillas. La instalación da cuenta de su interés por la arqueología, desplegado en objetos que registran una suerte de memoria visual y molecular previa a la existencia humana. Para el artista, la presencia del tronco de un árbol fosilizado sirve como testimonio de la naturaleza antes de la presencia colonizadora de los seres humanos. Constituye también una metáfora de la suspensión del tiempo; su forma ahuecada sugiere la presencia de un túnel conducente a una perspectiva somática de la realidad, insinuada en algunos de los dibujos anticipatorios de esta pieza. También pueden leerse en este sentido las muestras pre-históricas de agua contenidas en los cristales transformados en botellas, que simbolizan el elixir de los tiempos. La mirada de Tunga en torno a la convivencia entre lo orgánico y lo artificial, también está presente en esta obra a través de las referencias a una concepción metafísica de la corporalidad. Sus cuerpos fragmentarios, en este caso las esculturas de bronce patinado que representan los dedos pulgares, evocan lo vivo como parte de la dimensión etérea de la existencia: “ese cuerpo que es fugaz se configura y se reconfigura según nuestro deseo, según la ley de la continuidad de los deseos”, decía el artista. Yo, vos y la luna se presenta como una pieza clave de su trayectoria, ya que consolida sus aportes anticipatorios de una narrativa pos-humanista. La exposición se completa con una serie de dibujos procedentes del Instituto Tunga que, a modo de semblanza programática, dan cuenta de su trabajo con la línea para incorporar en sus relatos nociones visuales de transformación y continuidad. Yo, vos y la luna fue presentada por primera vez en el Centre d'Arts et de Nature, Domaine de Chaumont-sur-Loire, en 2015, y desde agosto de 2023 hasta marzo de 2024 en el Museo de Arte Moderno de San Pablo. Del 25 de octubre de 2024 al 17 de febrero de 2025. Sala 1. Nivel 1.
Fotonovela. George Friedman en la revista Idilio Curadores: Facundo de Zuviría y Samuel Titan. La fotonovela fue un fenómeno de la prensa y de la comunicación de masas a mediados del siglo XX. Publicadas en entregas semanales, las fotonovelas fueron el punto de encuentro entre, por un lado, la larga tradición literaria y gráfica de los folletines románticos y, por otro, el arte central de aquellos años: el cine sonoro. Remplazando los folletines dibujados por relatos visuales con actrices y actores fotografiados en escenarios domésticos y urbanos, la fotonovela no tardó en convertirse en un éxito de proporciones internacionales tras su debut en Italia, en 1947. La prensa argentina no tardó en sumarse. Ya en 1948 surge en Buenos Aires la revista femenina Idilio, concebida por el sociólogo Gino Germani y publicada por la editorial Abril. Idilio comienza la publicación de fotonovelas, mezclando traducciones del italiano y producciones locales; entre estas, en 1949 aparece Aventura en Buenos Aires, la primera de las muchísimas fotonovelas fotografiadas y dirigidas por George Friedman (Miscoltz, Hungría, 1910 – Argentina, 2002). El fotógrafo se había establecido en el país unos años antes, luego de haber sido un destacado reportero en Europa y fotógrafo de cine en Hollywood. A través de las páginas de Idilio, Friedman se convirtió en el referente local del género. A lo largo de 15 años, participó en más de 700 números de la revista, publicando con un ritmo casi semanal un total de más de 14 mil fotografías. Influenciado por el film noir, Friedman fue un extraordinario fotógrafo, de gran cultura visual y dueño de un estilo personal que se fue desarrollando y refinando número tras número en las muchas fotonovelas que publicó en Idilio. Más allá del romanticismo edulcorado propio del género, Friedman supo producir construcciones visuales de gran poder narrativo y simbólico. Marcadas por su época, permiten igualmente relecturas contemporáneas en clave ficcional y no sólo como registro realista. Luego de la inclusión de Friedman en Mundo propio (2019), Malba vuelve a su obra con la exposición Fotonovela, en la cual se exhibirán sus creaciones tanto en fotografías vintage como en el contexto gráfico de la revista Idilio. Del 6 de diciembre de 2024 al 17 de marzo de 2025. Sala 3. Nivel 1.
Puede visitarse de jueves a lunes de 10 a 20; miércoles de 11 a 20. Martes cerrado. Entrada, 5,000 pesos; estudiantes, docentes y jubilados con acreditación, 2.500; menores de 5 años, sin cargo; personas con discapacidad, sin cargo. Malba (Av. Figueroa Alcorta 3.415).
TRES NUEVAS MUESTRAS EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA
Las nuevas exposiciones que presenta el Centro Cultural Recoleta este mes son Letizia Battaglia. Crónica, vida, amor, en Sala 13, la renovación del espacio de exhibición temporario de la Sala Histórica con un homenaje a la artista Liliana Porter, y Una imagen mil palabras, en Sala Abierta. Letizia Battaglia. Crónica, vida, amor  es una exhibición de 89 fotografías de la fotoperiodista italiana Letizia Battaglia (Palermo, 1935-2022), que recorre la trayectoria de esta artista, que fue también periodista comprometida, escritora, editora y directora teatral. Su obra representa una contribución fundamental en la historia de la fotografía italiana e internacional. Esta selección de fotos en blanco y negro incluye imágenes de la delincuencia y de la mafia, también de la vida cotidiana en los barrios populares de Palermo y de las niñas, por quienes la artista sentía un especial interés al identificarse con ellas. Las fotos son un testimonio único de uno de los períodos más sangrientos de la historia de Italia. Pero Battaglia no hubiese querido ser recordada solamente por haber captado ese horror: también fue una reportera que fotografió desde una mirada íntima y sensible su ciudad, narrándola en su conmovedora belleza y en sus contradicciones. El curador de la muestra Marco Meneguzzo sostiene: “En Sicilia, la fotografía de crónica, con la que Letizia Battaglia debuta a mediados de los años setenta, se enfrenta a tener que convivir y ser testimonio de las guerras de la mafia que durante un cuarto de siglo han ensangrentado esa tierra. Battaglia - única mujer en ejercer este oficio - registra con crudeza el horror y la cotidianidad de la muerte, que parecen constituir el esqueleto de una sociedad arcaica, digna de una tragedia griega. Sin embargo, la mirada de Battaglia no se rinde ante la sangre y se detiene, al mismo tiempo, sobre la inocencia originaria, que es la de los niños y los indefensos: sus fotos, tomadas casi siempre en un contexto social de inimaginable degradación, muestran la esperanza y la vida que quiere florecer a pesar de la adversidad”. Y agrega: “De aquí también el título de la muestra: la crónica se rinde a la vida, gracias al sentimiento de amor que está detrás de la cámara fotográfica. En cada circunstancia, incluso en la más trágica, existe una chispa de esperanza, que no es sino el sentido del amor por la vida, escondido detrás de la denuncia de la violenta crónica de una tierra tan atormentada y tan vital”. La Sala Histórica recibe un homenaje a la artista Liliana Porter, de quien se expondrán tres obras, gracias a la cortesía de la artista y de Ruth Benzacar Galería de Arte. Esta sala está destinada a recuperar y difundir el acervo y la memoria del Centro Cultural Recoleta, un espacio emblemático del mapa cultural porteño que se ubica en un predio de 300 años de historia y que fue convento, cuartel, academia de dibujo, hospital, asilo de mendigos y de ancianos hasta convertirse en 1980 en una institución cultural. Un pasado desconocido para muchos visitantes. La sala combina una exhibición permanente con una temporal y está dividida en tres partes. La primera refleja a través de un video y una cronología la prehistoria del edificio, el comienzo de su construcción a principios del siglo XVIII por iniciativa del comerciante español Juan de Narbona y las transformaciones del complejo edilicio hasta transformarse en un centro cultural. La segunda narra, a través de microhistorias textuales acompañadas de imágenes, una serie de eventos destacados y algunos poco conocidos, del que fuera desde 1980 el Centro Cultural de la Ciudad de Buenos Aires (CCCBA), denominación reemplazada en 1990 por la actual: Centro Cultural Recoleta. La tercera parte cambia con el tiempo, al ritmo de la programación del Centro. Y está dedicada a homenajear, mediante una exposición temporal, a los artistas que marcaron la historia del centro cultural a lo largo de más de cuarenta años y lo transformaron en un espacio mítico para las artes y la cultura del país. León Ferrari fue el primer artista homenajeado con dos grandes obras (las cajas collage Rosas y Sin título) y ahora le sigue Liliana Porter, de quien se exhiben tres obras por cortesía de la artista y de Ruth Benzacar Galería de Arte: Situación (2014, técnica mixta), Situation with Boats (2017,  acrílico y assemblage sobre libro vintage) y El cautivo - díptico (1988, óleo, assamblage). En palabras del curador Javier Villa: “En la actualidad, donde gran parte de los vínculos sociales y políticos transitan por el mundo virtual, el pensamiento de Porter sobre el problema de la representación y las relaciones que entreteje, naturalizando o confundiendo la ficción y lo real, no sólo puede ser revisitado como pionero, sino que goza de una contundente actualidad.” Curada por Guillermo Piro, la exposición Una imagen mil palabras presenta una serie de 50 fotografías elegidas por figuras destacadas de distintas disciplinas del ámbito local, como la escritura, el cine, las artes visuales, el teatro, la música, la crítica cultural, el periodismo, el activismo, la industria editorial, la actuación, la antropología, el deporte, la filosofía y el diseño, quienes narran sus sensaciones frente al encuentro con esas imágenes. “La idea es simple: un selecto grupo de cincuenta personas, representativas de diversos ámbitos del mundo científico, artístico, cultural y deportivo de la Argentina, eligió la foto que le cambió la vida, o al menos su foto preferida. Y habló de ella justificando la elección, explicando por qué esa foto se diferencia de las otras, por qué es tan especial. El visitante, a través de su smartphone, podrá, apuntando a un QR, mientras ve la foto, oír al mismo tiempo la voz de quien la seleccionó. La foto podía ser cualquiera: una obra maestra de la historia de la fotografía o una foto familiar; una foto científica o antropológica, abstracta o figurativa... Cualquier cosa. Lo importante era no limitar la inclusión a una cuestión de gusto: la foto debía representar algo más; en lo posible mucho más”, dice Piro. Y agrega: “El resultado es una prueba heterogénea y disímil, arbitraria y bella, de cómo la fotografía influencia en nuestras vidas, de cómo nos acompaña y condiciona. Y de cómo atesorarlas es, a fin de cuentas, otro modo de ejercer la pasión y la memoria”.   Del 29 de agosto al 30 de septiembre. Puede visitarse de martes a viernes 13.30 a 22 y sábados, domingos y feriados 11.15 a 22.  Lunes cerrado. Entrada libre.
    Centro Cultural Recoleta (Junín 1930).
 
Tu mirada puede entumecerme, tu presencia suspenderme
Invitada por Ruth Benzacar, Francisca Rey presenta su primera muestra individual, que se desplegará en la Sala 2 de la galería. Construyendo un diálogo entre pinturas y objetos, despliega un universo simbólico, nutrido por distintas referencias históricas y contemporáneas de la cultura, que han configurado su imaginario.   "Su discreto ejercicio del humor, a veces macabro, abre en cada imagen un camino de ingreso y una vez ahí, somos parte de un juego que no estaba previsto”, señala Héctor Maranesi, en el texto que acompaña la muestra.   Del 29 de junio al 30 de julio. Puede visitarse de martes a sábado, 14 a 19. Ruth Benzacar (Juan Ramírez de Velasco 1287).

EL ARTE ACTUAL 2021

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