Esta muestra de Catalina León reúne bordados y pinturas sobre diversos soportes, realizados entre 2014 y 2022.
Dice Juliana Iriart en el texto curatorial que acompaña la muestra «En sus instalaciones, objetos y pinturas, León invita a establecer una conexión con lo trascendente. Indaga sobre cómo las imágenes y los símbolos acompañan los procesos humanos adentrando su obra, de manera inmersiva, en los campos de la astrología, la psicología, las religiones y los ritos.
«En la producción de León, las pinturas avanzan en todas las direcciones y se pliegan a soportes disímiles, como placas de yeso, maderas o telas: superficies casi siempre irregulares y fragmentarias. En ocasiones, sus pinturas se entremezclan con la tierra, las plantas y materias orgánicas. Otras veces, sus obras se exponen a la intemperie, a la convivencia con la artista, al caminar del público sobre ellas y al paso del tiempo. Esto último es clave en toda su producción, ya que funciona como brújula: temporalidades y situaciones otras buscan integrarse y responder a la vida. De esta manera, la obra de León siempre está en proceso y a veces se detiene para mostrarse al público.
«En sus pinturas, la artista cita fragmentos de obras de la historia del arte, en especial de la pintura italiana grutesca, de cuyos fondos y rincones rescata motivos ornamentales, personajes y fantasías arquitectónicas, a sabiendas de que en ese repertorio marginal se han guardado contenidos esotéricos a lo largo de la historia occidental. La naturaleza visual de la pintura de León es la de una selva de superposiciones de pinceladas y brochazos de colores. De entre ellos, emergen pequeñas figuraciones sueltas que requieren agudizar la vista para ser descubiertas entre la voluptuosidad de la obra. A veces, se suman bordados e incrustaciones de objetos o preguntas en primorosa cursiva que la artista le deja a la pintura como si fuera un oráculo. Algunas de sus obras, incluso, están compuestas por varias pinturas encimadas a las que antepone mantos de hojas de árbol cosidas.
«A partir de sus pinturas y otros elementos, la artista arma espacios para ser habitados por el público. Son instalaciones cargadas y ecosistémicas que envuelven a lx visitantx. León desarrolla una práctica y una producción que se podría decir rizomática. En ella confluyen la totalidad y la parte, múltiples temporalidades, lo íntimo y lo colectivo».
Del 22 de marzo al 15 de abril.
Sala 1, Ruth Benzacar (Juan Ramírez de Velazco 1287).