De Alfredo Sanzol. Se trata de una ingeniosa comedia plagada de referencias a William Shakespeare: cambios de identidad, seres mágicos, desencuentros y el deseo común de encontrar la ternura.
Para el autor, “habla de la fuerza y de la valentía para amar. La ternura es la manera en la que el amor se expresa. Sin ternura, el amor no se ve. La ternura son las caricias, la escucha, los pequeños gestos, las sonrisas, los besos, la espera, el respeto, la delicadeza. Una sociedad sin ternura es una sociedad en guerra”. La obra está inspirada en el teatro isabelino y es creativa en situaciones de enredos, ingeniosa y aguda en el uso de la palabra, con personajes que exponen sus fortalezas y debilidades. Aunque está situada en el siglo XVI, es actual y provocadora desde sus temas. Una obra que invita a la teatralidad y al juego actoral, transitando la comedia, el drama e incluso la parodia. Sus personajes oscilan entre el recato y la osadía. Las heridas del amor y el desamor los armó de prejuicios y mandatos, que intentan ocultar la fragilidad que se asoma con la necesidad de encontrar una salida. Con Antonio Grimau y Cristina Alberó al frente de un elenco que integran Marcelo Mazzarello, Anita Martínez, Juan Cottet y Valen Podio. Dirección de Eduardo Gondell.
Sábados y domingos a las 17. En escena desde el 7 de mayo.
Platea, 1.900 pesos; Pullman, 1.500.
Cine Teatro del Plata (Juan Bautista Alberdi 5765).