Rosana Simonassi.
(Ediciones ArtexArte).
Este fotolibro, propone la inmersión sobre el modo en que los afectos son creados con y junto a las imágenes de nuestra era, las técnicas, para las cuales -y al mismo tiempo- la única garantía de su existencia es la de seguir siendo inaprensibles. Mácula contiene la pregunta de si es a partir de ellas, o si es a la inversa, de donde parten tanto los hábitos, como la producción y codificación de la vida. Simonassi indica cómo nos construimos y habitamos en la población de aquellos simulacros que llamamos comúnmente fotografías, a la vez que da cuenta que ni nos desplegamos ni obramos si no es siendo parte de aquella población.
La artista parte del acopio, selección y revisión de material visual que fuera originalmente producido por dispositivos técnicos: diagnósticos por imágenes de mácula OTC, reproducciones de manuales de fotografía de fines del s XIX, principios y mediados del XX, registros microscópicos de la retina, tomas fotográficas que ejemplifican cómo tomar buenas fotografías, vistas y panorámicas de paisajes, entre otros elementos visuales que distan mucho de la lógica autoral y subrayan aquella época inicial de cuando dejamos de estar en el mundo para estar frente a él. Hablamos del procedimiento de duplicación del mundo que a la vez difunde aquella duplicación anclada a lo real para luego deshacerse en la vitalidad de la ficción; la que nos trajo a nuestras manos las tierras lejanas, nos muestra nuestros propios rostros, o nos devela el interior de nuestro cuerpo -gesto que implica la equiparación y allanamiento de todas las existencias para ser traducidas como verdad en mundo de la representación. A partir de esta selección, la artista produce piezas visuales, yuxtaponiendo lo familiar como ajeno, y por medio del acto asociativo, obstaculiza aquella mirada y conexión instalada como natural, para invitarnos a reflexionar sobre el mirar como gesto creativo, desplegando la fuga de aquella codificación.
El libro indaga entonces sobre lo que contemplamos y lo que codificamos. Nos propone la pregunta sobre qué velamos de lo que miramos, cómo deseamos y qué ocurre a partir de la dilución de la imagen en nuestra memoria. Plantea si es distinguible lo que recordamos de lo que sabemos, despliega lo que se expande en la retención de la imagen, dando cuenta que los modos de nuestra narrativa y nuestras afinidades devinieron afectiva y encarnadamente maquínicas.
Mácula lutea es un término de uso óptico que designa la parte constitutiva del ojo humano responsable en parte de la percepción de los detalles. Su daño conlleva la visión de manchas oscuras que interfieren en el campo visual.