De Jordi Galcerán. La verdad es falsificable. Los límites se vuelven difusos. La máscara se vuelve realidad. Locura y cordura se confunden. Igual que víctima y victimario. Con precisión quirúrgica, Galcerán estructura su obra milimétricamente, develando paso a paso, sin anticipar, los elementos que nos llevarán a tomar partido por uno o por otro. Con personajes con una lógica de conductas que no reflejan aparentemente conductas lógicas, pero que en el devenir de la historia van cobrando sentido y nos obliga a cambiar de opinión. Casi que no es tan importante su contenido, como su mecanismo y funcionamiento, que nos pone en cuestión nuestras propias creencias de cómo engañamos, somos engañados, creándonos una ficción de la que terminamos convencidos, hasta que descubrimos que es eso: una ficción. Con Ernesto Falcke y Natalia Pascale. Dirección de Guillermo Ghío.
Duración: 80 minutos.
Sábados a las 21. En esceda desde el 13 de abril.
Localidades, 7.000 pesos.
Itaca Espacio Cultural (Humahuaca 4027).