En el espacio La línea piensa, que dirigen Eduardo Stupia y Luis Felipe Noé, el orden narrativo que propone aquí Celina Baldasarre, convenientemente alterado por las influencias de su espíritu metafórico, empieza a manifestarse sobre el soporte insólito y exigente de enormes rollos de papel, uno de cuyos formatos mide más de tres metros de alto. Fatigando hasta el último resquicio de un plano rebatido y sin aire, un adoquinado de formas análogas aunque irregulares se agolpan, entremezclan y amontonan unas sobre otras, unas contra otras, como si hubieran sido descargadas de un camión remolque frente a los ojos de la artista. Un caudaloso alud ha quedado inmóvil, cristalizado y perfectamente encastrado en sus infinitas partes, como la pared de una montaña escenográfica reconstituida en vertical. Baldasarre logra aquí que la conformación artificial de semejante artefacto gráfico parezca casi el registro de un extraño fenómeno geológico, y de paso revela ante nosotros la naturaleza misma del dibujo.
Del 12 de julio al 20 de agosto. Puede visitarse de lunes a sábados de 10 a 21 y domingos de 12 a 21.
Entrada libre y gratuita.
Centro Cultural Borges (Viamonte y San Martín).