“(…) desde este punto de vista resulta, una vez más, que estas obras contemporáneas no caben en un museo, no solo físicamente sino también por su naturaleza. Ya deberían estar en la ciudad, donde, aplicadas convenientemente, tienen su destino. Si la ciudad no las asimila rápidamente, morirán sin pena ni gloria y los artistas pasarán a otra cosa.” Fragmento del texto de Hugo Parpagnoli, director del Museo de Arte Moderno, en el catálogo del Premio Braque en 1967.
El director del Museo de Arte Moderno se refería a las estructuras primarias en las que muchos artistas jóvenes estaban trabajando en esa época. Con ellas, ese año, Gabriel Messil fue el ganador del Premio Braque que le otorgó la beca para continuar su investigación artística en Francia.
Como si Parpagnoli fuese adivino, estas estructuras no solo desaparecieron sino que muy poca gente sabe que existieron. Para muchos historiadores y entendidos en arte es inexplicable la “ausencia” de Messil actualmente. Para nuestra galería, es tanto una honra como una deuda exponerlo aunque tenemos claro que su obra, y la envergadura de un proyecto que realmente la coloque en el lugar que se merece, nos excede ampliamente.
Esta exposición pretende convocarlos a unirse a nosotros en la difusión de algo que debe ser visto. Tal vez entonces, dentro de no mucho tiempo, podamos ver una exposición suya en uno de nuestros grandes museos con la debida investigación y restauración previas. No solo se habrá hecho justicia con la obra de Gabriel Messil, sino que también será un gran regalo a la historia del arte argentino.
Del 26 de agosto al 25 de septiembre. Puede visitarse de lunes a viernes de 15 a 20.
Jacques Martínez (Roque Sáenz Peña 267 – San Isidro).