De Eurípides. La obra, que se proyectará en el Borges, inauguró oficiosamente la institución de Epiaduro en 1954, pone de relieve el universo salvaje de la obra de Eurípides, el poder catalizador de la pasión en la vida de las personas, la desnudez de la existencia, las consecuencias destructivas de la intolerancia y la transgresión de las leyes naturales y los límites humanos.
Hipólito, hijo ilegítimo de Teseo y fiel seguidor de Artemisa, está obsesionado con la pureza, menosprecia el amor e insulta al sexo femenino. La diosa del amor, Afrodita, deseosa de vengarse de él por haberle faltado al respeto, organiza un plan para eliminarlo, inspirando un amor feroz hacia él en su madrastra Fedra. La obra se centra en la figura de Afrodita, que organiza un juego de venganza y observa con ojo voyeur cómo la humanidad se convierte en recipiente de sus deseos. Su ojo se convierte en nuestro ojo y los rostros se desnudan. Los cuerpos desnudos transmiten la explosión, el deseo, la lujuria y la pureza de la raza humana.
¿Quién es el responsable de la tragedia? parece preguntarse Eurípides. ¿Dios o el ser humano? En Manos de Eurípides, el motivo mítico del deseo sexual de una mujer por un hombre más joven se eleva a un conflicto implacable entre la voluntad humana y el poder divino. En el núcleo de este dilema bucea la dirección, que explora todos los dilemas con precisión y sensibilidad, poniendo así de relieve la complejidad de las cuestiones psicológicas y morales en juego. Por un lado la contención y por otro la lujuria, por un lado lo sagrado y por otro lo profano, por un lado la venganza y por otro el sacrificio, por un lado la razón y por otro el silencio.
Hipólito se representó por primera vez en el Teatro Nacional de Grecia en 1937, bajo la dirección de Dimitris Rontiris, con Alexis Minotis como Hipólito y Katina Paxinou como Fedra. En 1953, el Teatro Nacional volvió a representarla en el Conservatorio Herodes Ático, dirigido de nuevo por Dimitris Rodiris, y al verano siguiente en Epidauro, con Alekos Alexandrakis como Hipólito y Elsa Vergis como Fedra, inaugurando de manera informal la institución de la Epidavria, que se estableció oficialmente al año siguiente (1955) con la misma representación.
Viernes 10, sábado 11 y domingo 12 de mayo a las 18.
Entrada libre por orden de llegada.
Auditorio Alberto Williams del Centro Cultural Borges (Viamonte 525).