Una instalación realizada cooperativamente entre los artistas Esteban Álvarez y Tamara Stuby que propone una construcción de este juego infantil (tobogán y arenero) normalmente visto en plazas y parques públicos, realizado íntegramente con corchos de vino. La platina por donde se deslizan los niños está construida con corchos perforados y alineados con ejes de acero, eso hace que los corchos giren al contacto con cualquier objeto, reduciendo la resistencia y la fricción, como en el sistema utilizado en las cintas corredoras de fábricas y talleres industriales. En su producción, tanto Alvarez como Stuby abordan con ironía las problemáticas vinculadas a la utopía, el poder del arte y la forma de habitar el espacio.
Hasta el 31 de julio.
Puede visitarse de mércoles a domingo de 14 a 21, con entrada gratuita.
En el Espacio circular del Centro Cultural Borges (Viamonte 525).