De Samuel Beckett. Este texto es de 1972 y hoy resuena con una potencia renovada. En un contexto, en el que los discursos oficiales tienden a invisibilizar, a arrasar subjetividades y a borrar los cuerpos que no encajan, No yo se convierte en una pregunta urgente sobre quién puede hablar, desde dónde, con qué voz. La atractiva propuesta escénica se apoya en un trabajo transmedial que cruza cuerpo, proyecciones y voz amplificada y distorsionada en tiempo real, explorando límites entre presencia y desaparición, entre sujeto y objeto, entre lo que se dice y lo que no puede decirse. La palabra ya no narra: resiste, vibra, pulsa. Una obra sobre el silencio que viene después del trauma. O antes. Una obra donde hablar no es un derecho, sino un acto de supervivencia. Con Agostina Prato y Paulo Livieri. Dirección de Marcelo Allasino.
Sábados a las 20.30.
Localidades, 15.000 pesos.
El Excéntrico de la 18 (Lerma 420).