De Tato Pavlovsky. Un torturador y su prisionera, amor y odio. Se sumergen en una intensidad desconocida para ambos hasta entonces. La acción transcurre en un lugar donde se encuentran «Él» y «Ella», comienza un reencuentro donde se alternan momentos de introspección, pasión y extrema intensidad, en un vínculo complejo y ambiguo. El autor nos revela a los personajes de la represión más complejos y ambiguos de lo que podríamos imaginar, explorando la relación afectiva entre el torturador y su víctima. Ellos en el pasado y ellos en el presente. Como en Potestad, también de Tato Pavlovsky, complejiza el vínculo entre torturador y víctima, se trata de una pieza en la que el represor, protagonista de la historia, está puesto en un lugar de “tipo común y corriente”: un hombre que ama y sufre como cualquier otro. En Paso de dos se invierte la carga del represor y se lo saca de la monstruosidad. Con Andrea Martínez y Alejandro Robles. Dirección de María Carolina Pavlovsky.
Duración: 60 minutos.
Domingos a las 20.
Localidades, 7.000 pesos.
El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960).