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TRES NUEVAS MUESTRAS EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA

TRES NUEVAS MUESTRAS EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA
Del 29 de agosto al 30 de septiembre

Las nuevas exposiciones que presenta el Centro Cultural Recoleta este mes son Letizia Battaglia. Crónica, vida, amor, en Sala 13, la renovación del espacio de exhibición temporario de la Sala Histórica con un homenaje a la artista Liliana Porter, y Una imagen mil palabras, en Sala Abierta.

Letizia Battaglia. Crónica, vida, amor  es una exhibición de 89 fotografías de la fotoperiodista italiana Letizia Battaglia (Palermo, 1935-2022), que recorre la trayectoria de esta artista, que fue también periodista comprometida, escritora, editora y directora teatral. Su obra representa una contribución fundamental en la historia de la fotografía italiana e internacional.

Esta selección de fotos en blanco y negro incluye imágenes de la delincuencia y de la mafia, también de la vida cotidiana en los barrios populares de Palermo y de las niñas, por quienes la artista sentía un especial interés al identificarse con ellas.

Las fotos son un testimonio único de uno de los períodos más sangrientos de la historia de Italia. Pero Battaglia no hubiese querido ser recordada solamente por haber captado ese horror: también fue una reportera que fotografió desde una mirada íntima y sensible su ciudad, narrándola en su conmovedora belleza y en sus contradicciones.

El curador de la muestra Marco Meneguzzo sostiene: “En Sicilia, la fotografía de crónica, con la que Letizia Battaglia debuta a mediados de los años setenta, se enfrenta a tener que convivir y ser testimonio de las guerras de la mafia que durante un cuarto de siglo han ensangrentado esa tierra. Battaglia – única mujer en ejercer este oficio – registra con crudeza el horror y la cotidianidad de la muerte, que parecen constituir el esqueleto de una sociedad arcaica, digna de una tragedia griega. Sin embargo, la mirada de Battaglia no se rinde ante la sangre y se detiene, al mismo tiempo, sobre la inocencia originaria, que es la de los niños y los indefensos: sus fotos, tomadas casi siempre en un contexto social de inimaginable degradación, muestran la esperanza y la vida que quiere florecer a pesar de la adversidad”.

Y agrega: “De aquí también el título de la muestra: la crónica se rinde a la vida, gracias al sentimiento de amor que está detrás de la cámara fotográfica. En cada circunstancia, incluso en la más trágica, existe una chispa de esperanza, que no es sino el sentido del amor por la vida, escondido detrás de la denuncia de la violenta crónica de una tierra tan atormentada y tan vital”.

La Sala Histórica recibe un homenaje a la artista Liliana Porter, de quien se expondrán tres obras, gracias a la cortesía de la artista y de Ruth Benzacar Galería de Arte. Esta sala está destinada a recuperar y difundir el acervo y la memoria del Centro Cultural Recoleta, un espacio emblemático del mapa cultural porteño que se ubica en un predio de 300 años de historia y que fue convento, cuartel, academia de dibujo, hospital, asilo de mendigos y de ancianos hasta convertirse en 1980 en una institución cultural. Un pasado desconocido para muchos visitantes.

La sala combina una exhibición permanente con una temporal y está dividida en tres partes. La primera refleja a través de un video y una cronología la prehistoria del edificio, el comienzo de su construcción a principios del siglo XVIII por iniciativa del comerciante español Juan de Narbona y las transformaciones del complejo edilicio hasta transformarse en un centro cultural.

La segunda narra, a través de microhistorias textuales acompañadas de imágenes, una serie de eventos destacados y algunos poco conocidos, del que fuera desde 1980 el Centro Cultural de la Ciudad de Buenos Aires (CCCBA), denominación reemplazada en 1990 por la actual: Centro Cultural Recoleta.

La tercera parte cambia con el tiempo, al ritmo de la programación del Centro. Y está dedicada a homenajear, mediante una exposición temporal, a los artistas que marcaron la historia del centro cultural a lo largo de más de cuarenta años y lo transformaron en un espacio mítico para las artes y la cultura del país. León Ferrari fue el primer artista homenajeado con dos grandes obras (las cajas collage Rosas y Sin título) y ahora le sigue Liliana Porter, de quien se exhiben tres obras por cortesía de la artista y de Ruth Benzacar Galería de Arte: Situación (2014, técnica mixta), Situation with Boats (2017,  acrílico y assemblage sobre libro vintage) y El cautivo – díptico (1988, óleo, assamblage).

En palabras del curador Javier Villa: “En la actualidad, donde gran parte de los vínculos sociales y políticos transitan por el mundo virtual, el pensamiento de Porter sobre el problema de la representación y las relaciones que entreteje, naturalizando o confundiendo la ficción y lo real, no sólo puede ser revisitado como pionero, sino que goza de una contundente actualidad.”

Curada por Guillermo Piro, la exposición Una imagen mil palabras presenta una serie de 50 fotografías elegidas por figuras destacadas de distintas disciplinas del ámbito local, como la escritura, el cine, las artes visuales, el teatro, la música, la crítica cultural, el periodismo, el activismo, la industria editorial, la actuación, la antropología, el deporte, la filosofía y el diseño, quienes narran sus sensaciones frente al encuentro con esas imágenes.

“La idea es simple: un selecto grupo de cincuenta personas, representativas de diversos ámbitos del mundo científico, artístico, cultural y deportivo de la Argentina, eligió la foto que le cambió la vida, o al menos su foto preferida. Y habló de ella justificando la elección, explicando por qué esa foto se diferencia de las otras, por qué es tan especial. El visitante, a través de su smartphone, podrá, apuntando a un QR, mientras ve la foto, oír al mismo tiempo la voz de quien la seleccionó. La foto podía ser cualquiera: una obra maestra de la historia de la fotografía o una foto familiar; una foto científica o antropológica, abstracta o figurativa… Cualquier cosa. Lo importante era no limitar la inclusión a una cuestión de gusto: la foto debía representar algo más; en lo posible mucho más”, dice Piro.

Y agrega: “El resultado es una prueba heterogénea y disímil, arbitraria y bella, de cómo la fotografía influencia en nuestras vidas, de cómo nos acompaña y condiciona. Y de cómo atesorarlas es, a fin de cuentas, otro modo de ejercer la pasión y la memoria”.

 

Del 29 de agosto al 30 de septiembre. Puede visitarse de martes a viernes 13.30 a 22 y sábados, domingos y feriados 11.15 a 22.  Lunes cerrado.

Entrada libre.

    Centro Cultural Recoleta (Junín 1930).

 

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