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LAS CASITAS DE MARÍA ELINA

LAS CASITAS DE MARÍA ELINA
Del 2 de septiembre al 14 de octubre

La artista deja atrás las acuarelas de sus muestras anteriores para presentar una serie de «retratos» de casas realizadas en gouache sobre papel. Las 16 obras forman una hermosa exposición de residencias que nos llama a residir un tiempo en su presencia. Espero que puedas pasar a verla.

Casitas es un deambular poético en torno a una colección de casas libremente agrupadas que irrumpen en la nada de sus paisajes. Están unas casas de artistas (la extraordinaria casa diminuta de la artista folklórica canadiense Maud Lewis y la maison-atelier del pintor franco-japonés Léonard Foujita), la residencia en Tigre del novelista Haroldo Conti y otra casita en el delta que fue la muy querida casa de vacaciones de la artista. Más cerca del hogar de la artista en la ciudad, está la casa típica de barrio que quedó sola entre la autopista y los departamentos modernos. Está la casa en la zona de exclusión nuclear de Fukushima, ahora desbordada por naturaleza viva y otra en Pringles que los habitantes mantienen en estado de rescate constante del colapso. Los habitantes, como gratitud, tomarían sus comidas fuera de ella sobre el pasto de cara a los árboles. De ahí se le ocurrió a la artista agregar en cada pintura un elemento en el exterior porque uno sale siempre con un pedacito de casa a cuestas. Está la casa de juegos cuidadosamente construida que sigue en pie para los nietos de quienes jugaron originalmente en ella. Está una casa al borde del camino en la Patagonia cuyo techo apenas roza el borde de las montañas atrás. Y más.

La selección de casas parece suelta o tal vez aleatoria, pero todas provocan emoción en el espectador. El hogar tiene un lugar muy importante en nuestra psique. Es una de las primeras cosas que solíamos dibujar en nuestra niñez. Es el lugar que nos protege de la intemperie, nuestro refugio. Sin embargo, también es el lugar del que salimos para encontrarnos con el mundo. Desde ahí saltamos al mundo y tejemos nuestra historia volviendo repetidas veces. Las casas de nuestra vida se acumulan en nuestro pasado como una serie de contenedores por los que nos hemos pasado: nuestra casa familiar, las casas de familiares o amigos, las casas de nuestros viajes y nuestras vacaciones, lugares prestados o lugares poseídos. Pasan a las manos de otros, para que ellos los habiten, o se quedan a desintegran lentamente donde están. Si creímos en la teoría de la cinta de piedra, los eventos emocionales, ya sean buenos o malos, se graban en su entorno material y permanecen allí mucho después de que la gente se haya ido, para reproducirse en algún momento futuro. O tal vez proyectamos nuestras propias historias en las casas que observamos, o inventamos vidas para quienes viven o vivieron dentro. En las pinturas de María Elina las casas se presentan como retratos, centrados en la página, sus personajes y características cuidadosamente estudiados y plasmados con cariño en pintura sobre papel. Esta es una hermosa exposición de residencias que nos llama a residir un tiempo en su presencia.

 

Del 2 de septiembre al 14 de octubre. Puede visitarse de martes a sábados de 16 a 19.

Mar Dulce Uriarte 1490).

 

 

EL ARTE ACTUAL 2021

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