Narcisa Hirsch. Experimento y poesía
El Museo Nacional de Bellas Artes inaugura Narcisa Hirsch. Experimento y poesía, que presenta una selección de piezas audiovisuales y dibujos de esta artista pionera del cine experimental en la Argentina. Curada por Gabriela Naso, historiadora del arte e investigadora del Museo, la exposición propone adentrarse en el universo poético de Hirsch (1928-2024) a través de tres dibujos y cinco cortometrajes que ingresaron a la colección del Bellas Artes en 2019, cuando fuera distinguida con el Premio Nacional a la Trayectoria Artística.
“Con este extraordinario conjunto de obras de la colección, el Bellas Artes rinde tributo a esta gran artista, surgida como una voz original en el contexto de la vanguardia artística argentina de los años 60, etapa en la que comenzó a desarrollar acciones performáticas y a explorar la potencia del lenguaje audiovisual”, explica el director del Museo, Andrés Duprat. “Durante su prolífica trayectoria, realizó decenas de películas de fuerte carácter experimental, en las que plasmó sus preocupaciones en torno a temas como la muerte y el amor”, agrega.
Por su parte, Naso destaca: “La selección que compone este homenaje busca iluminar algunos de los múltiples ejes que atraviesan la vasta producción de Hirsch. El registro del arte de acción, la experimentación con los elementos constitutivos del lenguaje cinematográfico, el paisaje patagónico como lugar de pertenencia, la condición social de la mujer y los mecanismos de la memoria son algunas de las ideas que hilvanan el alto poder evocativo de sus obras”.
En una de las salas, el público podrá ver en continuo una selección de cinco películas de carácter experimental, entre las que se destaca el cortometraje “Marabunta” (1967), pieza imprescindible del cine experimental argentino. También se exhibirán “Come Out” (1971), “Patagonia” (1972), “Pink Freud” (1973) y “El Aleph” (2005).
Además, se exhibirán tres dibujos en tinta de la artista y, gracias al apoyo de la Filmoteca Narcisa Hirsch, estará disponible para ver en sala el documental “Narcisa”, dirigido por Daniela Muttis.
Del 16 de julio al 1° de septiembre. Puede visitarse de martes a viernes, de 11 a 19.30, y los sábados y domingos, de 10 a 19.30, con entrada libre y gratuita.
Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473).
NARCISA HIRSCH: LA INTENSIDAD DE UNA MIRADA
Se trata de la primera exposición retrospectiva dedicada a la artista, figura fundamental del cine experimental argentino. Con curaduría de Daniela Muttis y la colaboración de la Filmoteca Narcisa Hirsch, la exhibición propone un recorrido por la extensa trayectoria de Narcisa Hirsch (nacida en Alemania en 1928, y luego ciudadana argentina), constituyéndose como una artista de vanguardia y pionera del cine experimental en nuestro país.

La exhibición despliega los archivos completos de Hirsch, el carrete de una existencia devenida en un inmenso autorretrato audiovisual. Se presentan diarios fílmicos personales, documentación fotográfica, dibujos, entrevistas, escritos, películas inéditas conservadas en su archivo desde la década del 60 y reproducciones de piezas de gran tamaño utilizadas en los happenings que protagonizó y que se exhiben por primera vez. Además de las dos salas del cuarto piso, la muestra se complementa con un ciclo de cine donde se podrán apreciar “A-Dios” (1989), Ama-zona (1983), “El mito de Narciso. Autobiografía experimental” (2011), “Ana, ¿dónde estás?” (1987), “La pasión” (1992), “MYST” (2019), entre otros títulos que completan toda su filmografía y que estarán presentes junto a una intervención en la sala sonora a cargo de Nicolás Diab en colaboración con Hirsch. Con más de 60 películas que abordan temas como el amor, la muerte, o el universo, Hirsch escenifica su propia vida mientras construye su obra alterando los materiales manualmente y creando sus propias herramientas de montaje audiovisual para alejarse de cualquier narrativa convencional. Así, explora la abstracción como un campo fértil que se extiende hasta su última película "Materia Oscura" (2023), que se estrena en el Centro Cultural Kirchner. Exhibiendo el tejido creativo de su producción, que ha transgredido y trascendido los límites del lenguaje cinematográfico a lo largo de más de medio siglo, se realiza este merecido homenaje, con la exposición Narcisa Hirsch. La intensidad de una mirada, que viene a saldar una deuda pendiente con la artista.
Del 16 de agosto al 30 de septiembre. Puede visitarse de miércoles a domingos de 14 a 20 con entrada libre y gratuita.
Salas 402, 403, 613 (pisos 4to y 6to).
CCK (Sarmiento 151).
NATE LOWMAN EN DIÁLOGO CON AUGUSTE RODIN
El Museo Nacional de Bellas Artes inaugura una intervención del artista contemporáneo estadounidense Nate Lowman, en diálogo con las esculturas exhibidas de Auguste Rodin que pertenecen a la colección institucional.
Con curaduría de Eneas Capalbo, artista y galerista argentino radicado en Nueva York, esta muestra temporaria presenta una serie de pinturas de Lowman en la sala que alberga piezas emblemáticas del escultor francés, como “El beso”, “La Tierra y la Luna” o el busto “Cabeza monumental de Balzac”. “La obra de Rodin –afirma el director del Museo, Andrés Duprat– ha sido clave en la formación del universo plástico de Lowman y fuente de inspiración de varias de sus producciones, como las pinturas creadas a partir del ‘Monumento a Balzac’ o la serie que retoma los estudios del maestro francés sobre la danza y el movimiento de bailarines camboyanos”. “El siglo que distancia las producciones de Rodin y Lowman habla a través de la interpelación que el pasado dirige al presente y la luz que el presente arroja sobre aspectos del pasado. Sometida a ese desafío, la mirada actual abre perspectivas en las que nuevos matices sugieren abordajes creativos e inesperados”, apunta Duprat. Mediante acciones como esta, el Bellas Artes propone renovar la lectura de su colección. “Desde el vínculo con producciones contemporáneas –agrega el director del Museo–, es posible inscribir un patrimonio centenario en las coordenadas del arte de nuestro tiempo, para revitalizar así la narración histórica que acompaña el derrotero de cada obra”.
Por su parte, Lowman –nacido en Las Vegas, en 1979– recuerda que en su juventud solía visitar con su familia el LACMA (Los Angeles County Museum of Art), en cuyo frente se exhibe una versión del monumento a Honoré de Balzac realizado por Rodin en 1898. “Esta obra se convirtió en el foco de mi interés cada vez que visitaba el museo. Ya de adulto, me di cuenta de que era mi escultura favorita”, evoca el artista. “Luego me mudé a Nueva York, donde se encuentra la Estatua de la Libertad, un edificio francés figurativo, un edificio-escultura hecho de cobre. En 2016, comencé a pintar flores y hojas en formas aisladas. Sobre una de ellas decidí representar mi propia versión de la Estatua de la Libertad, así como la cabeza de Balzac esculpida por Rodin”, explica Lowman sobre las obras que presenta en el Bellas Artes.
“Cuando hablamos de esculturas al aire libre, también estamos hablando de jardines. Quería pintar un ‘jardín de esculturas’, aunque no fuera real, así como el monumento a Balzac había convertido el frente del museo de Los Ángeles en un sendero húmedo, con una fertilidad plana y de cemento gris”,
añade el artista.
Del 27 de agosto a fines de diciembre. Puede visitarse de martes a viernes, de 11 a 19.30 (último ingreso), y los sábados y domingos, de 10 a 19.30, con
entrada libre y gratuita.
Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473).
NEGRO SOBRE BLANCO
Hernán Borches empezó su trayectoria artística en la escultura, pero en 2015 descubrió en el grabado una técnica que le permitió expresarse a través de las marcas duras y agresivas que deja la gubia sobre la madera. Esta especialidad fue ideal para profundizarse, desde 2019, en el tema del trabajo humano, a partir de lo que desarrolló una producción en la que se plasma la supervivencia de rostros quemados por el sol y espaldas dobladas por el agobio y la rutina.
En palabras de Sergio Portabales, profesor de arte, estas obras, durante mayo, serán “un modesto pero sentido homenaje a todos esos trabajadores que transitan nuestro mundo dejando una huella anónima y silenciosa, pero a la vez profunda y poderosa de la condición humana”.
Del 3 al 31 de mayo. Puede visitarse de lunes a viernes de 10 a 15.
Alejandro Brustillo - Hall Banco Nación Casa Central (Rivadavia 325).
NOSOTROS. UNA MUESTRA DE LEO VINCI
Leo Vinci impregna las obras con sus vivencias. En su trabajo, los retratos de los cuerpos nunca son concebidos como una mera representación de los rasgos que vemos. Por el contrario, el artista aborda sus esculturas imaginando cómo cada hecho, cada circunstancia de la vida, nos va marcando, nos va escindiendo o deformando.
Del mismo modo, no piensa en seres como entes anónimos o inexistentes, sino en aquellos que vamos cruzando en la calle o los que construimos a partir de toda la información que nos brinda la vida diaria. Cada uno de nosotros estamos atravesados internamente por diferentes problemas, que nos contaminan de a poco, hasta que afloran y se dejan ver.
Esas marcas, que a veces creemos que son invisibles, están ahí, y Vinci las refuerza con la intención de señalarlas, y así obligarnos a enfrentar sus formas totémicas y asumirlas como parte de la realidad que muchos niegan.
De la sencillez de estos pequeños mensajes nace una pregunta acerca de las formas de vivir mejor, de la certeza de que otro mundo es posible.
Vinci es un maestro, un maestro de artistas, un sabio -por qué no decirlo- que reúne experiencias con conocimientos y muchas historias que lo atravesaron tanto a él mismo como a sus obras. Es un memorioso que se sigue cuestionando la manera en que nos sentimos obligados a vivir.
Acompañando esta muestra se presenta el documental Vinci / Cuerpo a cuerpo, de Franca González. Entre la observación poética y el retrato cinematográfico, este film se sumerge en el universo del escultor Leo Vinci. A los 92 años, Leo juega a crear y transmutar el sacrificio del trabajo diario en el sagrado oficio de transformar el mundo con las manos.
El documental, dirigido por Franca González, forma parte de Cine en fusión: entre la imagen y la narrativa, un ciclo destinado a explorar la interacción entre el mundo audiovisual y otras disciplinas artísticas, entendiendo al cine como un espacio en el que se expanden los límites tradicionales de la imagen y las formas de narrar.
Este documental se proyectará del 26 al 29 de septiembre con entrada libre y gratuita en el Auditorio Williams.
Del 14 de septiembre al 30 de octubre. Puede visitarse de miércoles a domingo de 14 a 20, c0n entrada libre y gratuita.
Centro Cultural Borges (Viamonte 525).
NUEVA GALERÍA LEÓN FERRARI
Con la muestra
Ferrari+Brizuela: Me gusta perderme en el arte, compuesta por 30 obras de la artista María Brizuela, en diálogo con 21 heliografías y caligrafías de León Ferrari, se inauguró este nuevo espacio de arte que lleva el nombre de León, en el marco de los 25 años del Centro Educativo Isauro Arancibia -una escuela que desde 1998 trabaja con personas en situación de calle, desarrollando acciones para la restitución y promoción de los derechos vulnerados, brindando herramientas para la construcción de proyectos de vida dignos y saludables.

La exposición
Ferrari+Brizuela: Me gusta perderme en el arte que reúne la instalación de alrededor de 30 obras realizadas por María Brizuela entre 2015 y 2023 con distintas técnicas, soportes y materiales que sostienen palabras y dejan mensajes: "La calle no es un lugar para vivir”, dice una de ellas junto a los planos heliográficos de ciudades enloquecidas de León. “Estamos en una pandemia mundial y nos siguen matando. Al final no era la falda, no era la calle, no era la noche, qué excusa tiene ahora, ni una menos, vivas nos queremos”, grita otra mientras León escribe a su lado “Contra el infierno”. Y así ambos artistas continúan conversando.
Las obras de León Ferrari exhibidas son en su totalidad ediciones: serigrafías, litografías offset y heliografías, obras que por no ser únicas y exclusivas
“bajan el arte al nivel de la gente”, como decía el artista. “Los veintisiete planos que conforman la serie Heliografías fueron producidos por León Ferrari entre 1980 y 1986. El exilio forzado a San Pablo, la dictadura cívico-militar en la Argentina, la desaparición de su hijo Ariel, asesinado por las Fuerzas Armadas, atraviesan estas obras de igual modo que el regalo de encontrar en el Letraset y los sellos la posibilidad de una representación figurativa. Un nuevo lenguaje para nombrar lo que no tiene palabra.”, detalla Rosa Lesca, miembro de la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo (FALFAA).
Hasta el 30 de noviembre. Puede visitarse de lunes a viernes de 10 a 16.
León Ferrari (Paseo Colón 1366).
NUEVO MUNDO – EMILIO PETTORUTI Y XUL SOLAR
Una muestra con la curaduría de Javier Villa. Pasaron exactamente 100 años desde aquella irrupción iniciática que encendió la mecha para que estalle el arte moderno en la Argentina. Los protagonistas fueron dos grandes amigos: Emilio Pettoruti y Xul Solar, quienes, en julio de 1924, decidieron volver juntos a la querida Patria, como así la llamaban en sus misivas. Las cartas entre ambos dejan en claro que el regreso era un deseo que nunca menguaba, como también una posibilidad siempre latente. El plan congeniado era exhibir juntos ni bien llegaran a Buenos Aires, y dar pelea. Pero, finalmente, fue la mítica y polémica exhibición individual de Pettoruti en el Salón Witcomb, con la defensa intelectual y pugilística de Xul Solar y el grupo literario que se concentraba en torno a la revista Martín Fierro, la punta de lanza o el ojo del incipiente huracán que empezó a desatar esa fuerza centrífuga capaz de cambiar para siempre el modo de mirar nuestro mundo y representarlo.
Con la certidumbre de que la sociedad no debería olvidar esta efeméride centenaria, junto a la Fundación Pettoruti y la Fundación Pan Klub, Del Infinito decidió rememorar y reinterpretar -desde el desparpajo y la rebeldía que demanda un homenaje de este calibre- a ese momento fundacional y transformador para la historia del arte local.
Con curaduría de Javier Villa, la exposición narra la historia de dos amigos íntimos, cuyos caminos estaban predestinados a entrelazarse. Como si se tratase de los inicios prehistóricos de una cadena de ADN de la pintura local, las aventuras europeas de Xul Solar y Pettoruti parecen cruzarse y distanciarse, pero nunca alejarse demasiado para así volver a acercarse. En ciertas ciudades vivieron juntos, en otras vacacionaron. Vendieron obras en la calle como método de supervivencia. Se auto-organizaron exposiciones y se escribieron críticas cruzadas para apoyarse entre sí. Compartieron veladas hasta el amanecer discutiendo sobre los temas más variados, ya sea solos o con los grupos vanguardistas de turno. Disfrutaron y entendieron la visión del otro a pesar de las diferencias. Volvieron en el mismo barco porque sabían que el deseo de construir un nuevo mundo es solo posible empujándolo juntos.
El diseño expositivo de Nuevo mundo fue inspirado por las arquitecturas laberínticas de Xul Solar y el juego entre planos plenos y diáfanos que Pettoruti aplicaba para investigar la luz. La historia es contada a partir de compartimentos o bloques que, si bien se encuentran claramente delimitados, mediante paredes traslúcidas se van entrelazando para generar tanto contaminación como continuidad entre las ideas de ambos artistas, sus obras y el paso del tiempo. La muestra presenta más de 50 piezas, algunas claves y ya emblemáticas en la historia de cada uno de los artistas, otras que se han visto poco e incluso algunas que serán inéditas para los ojos del público.
Xul Solar. "Pan Tree". Témpera y tinta sobre papel montado en cartón. 78 x 39 cm. Año 1953. Cat razonado 959.
Los bloques narrativos recuperan tres momentos del periplo europeo. El primer encuentro y la venta callejera de pequeños paisajes para garantizar la supervivencia. El acontecer del quiebre vanguardista que abre un nuevo portal en cada una de sus prácticas, siendo el de Pettoruti en sus inicios del viaje (1913-14) ante el impacto del futurismo y el de Xul Solar al final de esa aventura (1924) cuando conoce a Aleister Crowley y comienza a utilizar el método de la clarividencia para llegar a sus visiones y los San signos. Por último, el tercer bloque europeo recupera el paisaje añorado desde la distancia, que provocará evoluciones tanto formales como simbólicas: en el caso de Pettoruti en relación a los bosques de La Plata y en el caso de Xul Solar sobre las edificaciones y la naturaleza del Tigre.
Un cuarto bloque enfrenta tres piezas imponentes de ambos artistas luego de 20, 30 y hasta 40 años después del regreso a la Argentina. La Farfalla de Pettoruti es un emblema del período final del artista cuando retorna a Europa y vuelve a la abstracción inspirada por la naturaleza, bajo una búsqueda de transformación formal más espiritual o, al menos, meditativa. En el caso de Xul Solar, tanto 7 Rishis como el Pan Tree son obras que marcan el proceso y culminación de la maduración mística del artista.
La exposición termina donde todo se inicia, con un bloque que reconstruye de forma peculiar la exposición de Pettoruti en el Salón Witcomb, como también las polémicas que incitó en la prensa y los debates incendiarios entre las diversas facciones del arte, que muchas veces terminaba con batallas físicas e intelectuales. Esta reconstrucción se realizó a partir de las fichas originales con las que el mismo Pettoruti comenzó a organizar su propia historia y carrera; hoy en día uno de los corazones del archivo que cuida la Fundación Pettoruti. Se exhiben unas veinte fichas de obras que, basados en la investigación, sabemos con certeza fueron exhibidas en Witcomb. A su vez, se presentan tres tintas originales de naturalezas muertas, muy similares a las obras de aquella época. Alrededor de estas mesas y observando la exhibición, una serie de 12 dibujos nunca exhibidos de Xul Solar encarnan el papel de espectadores y grupos en pugna. El espacio se transforma así en un híbrido entre la sala de exhibición y el bar, ring donde se dirimían las controversias suscitadas por la irrupción de la vanguardia en la escena porteña.
Foto arriba: Emilio Pettoruti. Midi en hiver III, 1964, 146 x 114 cm., óleo sobre tela.
Del 13 de noviembre al 1° de febrero 2025.
Puede visitarse de lunes a viernes de 10 a 18.
Del Infinito (Av. Quintana 325).