HIPNOFILIA
Se trata de la cuarta exposición de Florencia Rodríguez Giles en la galería. “...el devenir posthumanista que la artista explora en un intento de delirar las estructuras binarias del pensamiento dominante parte de un proceso de cruzar sueños y experiencias de vida con otra persona, Marcia Farias de Lazzarini, quien es parte de CAOs -una comunidad de prácticas orientada a la experimentación en arte, salud mental y formas de vida ubicada en La Plata, donde Florencia Rodríguez Giles trabaja y vive desde 2020.
Bañados en una fragancia de intensificación sensitiva tan bella como terrorífica, Hipnofilia presenta dibujos de gran formato y paisajes sonoros que, inspirados en las memorias de Marcia, dan forma a una instalación originada en una relación de apoyo mutuo. Un acompañamiento terapéutico por medios artísticos, donde se esconde, entre líneas, una pregunta acerca de cómo romper con la imagen, la historia y las estructuras anímicas personales puede habilitar una experiencia sanadora o, en un sentido tal vez menos grandilocuente, una forma de salud menos normativa y estereotipada.”
La exposición se despliega en la sala principal de la galería y estará acompañada con un texto de Alfredo Aracil.
Del 21 de agosto al 2o de septiembre. Puede visitarse de martes a sábado, 14 a 19.
Ruth Benzacar (Juan Ramírez de Velasco 1287).
Historias. Sobre lugares lejanos y un sueño escondido
Una muestra del artista Carlos Furman. Las imágenes combinan las competencias de la puesta en escena teatral y el montaje para dar vida a juguetes que el artista fue adquiriendo en viajes y ferias de barrio sin razón aparente. “Cada fotografía de ´Historias.
Sobre lugares lejanos y un sueño escondido captura un momento de máxima tensión, no importa si esta transcurre en un ámbito verosímil o fantástico´”, dice la curadora y crítica de arte Florencia Qualina: “en este mundo, al igual que en el nuestro “el humo es humo, y el fuego es fuego”. Furman nació en 1960 y lleva a cuestas más de tres décadas a cargo del departamento de fotografía del Teatro General San Martín. Su fascinación por llevar a la vida los objetos inanimados se originó cuando a fines de los 80’ asistió ̶ y registró ̶ las obras dirigidas por Tadeusz Kantor y Phillipe Genty, en el mismo teatro. Desde entonces, ha participado en numerosas muestras nacionales e internacionales, entre las que destacan el Centro Cultural Recoleta, el Museo de Arte Moderno y el Museo Nacional de Bellas Artes, donde forma parte de la colección permanente.
Del 2 al 30 de agosto. Puede visitarse de visitar hasta el 30 de agosto, de lunes a viernes, de 10 a 15.
Alejandro Bustillo (Hall principal de la sucursal Plaza de Mayo del Banco Nación, Avda. Rivadavia 325).
HORACIO ZABALA. EL EFECTO PIRANESI
El Museo Nacional de Bellas Artes presenta la muestra que pone en diálogo más de 30 obras del artista argentino creadas en la década de 1970 con las estampas, pertenecientes a la colección institucional, que el grabador italiano Giovanni Battista Piranesi dedicó en el siglo XVIII al tema carcelario.
“Esta exposición reúne, por un lado, dieciséis estampas de Piranesi que conforman la serie Cárceles de invención, presentes en la colección del Museo desde 1902. Y por otro lado, los dibujos de anteproyectos arquitectónicos de cárceles para artistas realizados por Zabala a partir de 1973, así como otras piezas en las que cuestiona la posibilidad misma de la representación en tiempos aciagos”, explica Andrés Duprat, director del Bellas Artes.
“En el extenso arco temporal que va de la modernidad a la contemporaneidad, ambos parecen trazar un círculo perfecto, un relato de los infiernos pasados, presentes y futuros a los que puede ser sometida la condición humana”, agrega. Por su parte, la directora artística del Museo, Mariana Marchesi, curadora de la muestra, afirma: “Con dos siglos de distancia, Piranesi y Zabala han trabajado en torno a catastróficos universos existenciales, al tiempo que han volcado su mirada sobre los dispositivos disciplinarios del castigo y el encierro”. “Las cárceles imaginadas por Piranesi en el siglo XVIII postularon una innovadora experimentación sobre el espacio. Sus arquitecturas imposibles funcionan como verdaderas cajas de resonancia plagadas de visiones opresivas, claustrofóbicas, provocadas por la compulsiva repetición al infinito del fragmento y la continua metamorfosis del espacio”, añade Marchesi. La potencia de estas imágenes ha interpelado a artistas, escritores y teóricos. La literatura de Borges y Kafka, el cine de Eisenstein y Hitchcock, entre muchas otras manifestaciones del siglo XX, encontraron en esas estructuras visuales un modelo narrativo que el crítico J. H. Miller sistematizó con el término efecto Piranesi, un “poder que tiene la mente para hundirse en su propio abismo, quedando atrapado en alguna forma de pensamiento o experiencia mental que se repite para siempre”. “Por su parte, los asépticos universos carcelarios que Zabala replica con obsesión nos conducen hacia esos confines. Pero además, en su caso, también se permite pensar el arte como institución disciplinar, como censor de su propio lenguaje, como cárcel”, concluye la curadora.
Del 3 de octubre al 1°de diciembre de 2024. Puede visitase de martes a viernes, de 11 a 19.30 (último ingreso), y los sábados y domingos, de 10 a 19.30, con entrada libre y gratuita.
Sala 33 del Museo Nacional de Bellas Artes (Av. del Libertador 1473).